NOTICIAS RECIENTES SOBRE «FENÓMENOS AEROESPACIALES NO IDENTIFICADOS
Redacción colectiva del Comité Técnico 3AF SIGMA2
Autores: Jean-Marc André, Philippe Chopin, Joël Deschamps, Luc Dini (Pdt SIGMA2), Gérard Labaune, Geoffrey Mestchersky, Stéphane Pfister, Emmanuel Plichon, Raymond Piccoli, Jean-Pierre Rospars, Nadia Tronche, Beatriz Villaroel.
ESTE ARTÍCULO SE PUBLICÓ ORIGINALMENTE EN EL BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN FRANCESA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA Y SE REPRODUCE AQUÍ CON AUTORIZACIÓN, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
El año 2023 fue rico en acontecimientos UAP (Unidentified Anomalous Phenomena), marcados en gran parte por la actualidad estadounidense, pero también por repercusiones en otras partes del mundo, a través de diversos congresos científicos. Estos temas internacionales se trataron ampliamente en el Boletín nº 1 de 3AF, publicado en enero de 2024.
Por supuesto, la publicación del informe AARO (All-domain Anomaly Resolution Office) del Pentágono, el 6 de marzo de 2024, es objeto de un breve comentario al principio de este artículo, ya que aporta poca información nueva sobre los acontecimientos actuales en materia de FANI, y comentarios superficiales sobre casos y proyectos pasados, incluyendo algunas inexactitudes. En definitiva, este informe afirma la postura oficial sobre la ordinariez de estos fenómenos, aunque esta vez no haya sido publicado por la ODNI (Office of The Director of National Intelligence). Contradice no sólo el cuestionamiento de las características asombrosas y fuera de lo común señaladas hasta ahora en sucesivos informes desde 2020, sino también las señaladas desde 2004 por la US Navy que fueron expuestas tanto por la NASA como por AARO el 31 de mayo de 2023.
Esto, por lo tanto, también parece contradecir las directrices GENADMIN emitidas por el Pentágono el 23 de mayo de 2023, para que las fuerzas de combate estadounidenses desplegadas por todo el planeta informen de sus observaciones en las horas siguientes a los sucesos UAP (espacio, aire, agua y transmedio) mediante un procedimiento especial dedicado a los informes UAP. Estas características inusuales se describen sin ambigüedad en este procedimiento.
Por último, esto también parece contradecir las cuestiones planteadas desde 2021 por el Congreso y reconocidas por el Pentágono, a través de la UAP Task Force y posteriormente por AARO, en relación con casos inexplicables que podrían tener un origen desconocido o incluso externo, «exo-terrestre». Estos casos muestran características fuera del rango de actuación conocido, con alrededor de ocho casos de este tipo registrados anualmente en EE.UU. desde 1998. Por lo tanto, parece que AARO está adoptando esta vez una postura de retirada, o incluso de negación, al rechazar las observaciones de comportamiento inusual en los casos notificados por otros organismos gubernamentales y afirmar que ningún caso muestra un comportamiento sugestivo de un origen externo, ni que ningún programa secreto de investigación haya mostrado interés en el asunto. Sin embargo, los casos históricos de los años 50 y 60 incluyen características sorprendentes, que siguen siendo evidentes en casos recientes.
En este artículo, por parte francesa, y en SIGMA2, preferimos centrarnos en presentar una visión general de los trabajos técnicos llevados a cabo por nuestros expertos, teniendo en cuenta que SIGMA2 ha elaborado una serie de documentos técnicos en 2023, al tiempo que prosigue diversos estudios (análisis de datos de radar sobre el caso Jersey, análisis de materiales, etc.). Estas presentaciones son también una oportunidad para intercambiar ideas con científicos extranjeros.
SORPRESAS DE AARO: NUEVO AÑO 2024, NUEVO INFORME, VIEJOS CASOS
Ya habíamos resumido el entorno internacional de los PAU en el boletín 3AF publicado a principios de enero de 2024. Sin embargo, las audiencias del Congreso celebradas a principios de marzo de 2024, incluido el testimonio de un piloto de F-16 de la USAF, y la publicación del nuevo informe de la AARO el 6 de marzo de 2024, exigen abordar estos nuevos elementos, a la luz de la marcha del director de la AARO, el Dr. Kirkpatrick, a principios de 2024, sustituido actualmente por un director interino.
La primera parte del informe de la AARO está dedicada al pasado, en respuesta a las peticiones del Congreso de estudiar casos antiguos de la época de 1945 y añadirlos a la base de datos de conocimiento de casos actuales. Al mismo tiempo, se pretende arrojar luz sobre la posible existencia de proyectos ocultos de investigación OVNI, supuestamente llevados a cabo por el Pentágono o los servicios de inteligencia, durante los últimos 60 años, es decir, desde el final del expediente del Libro Azul que investigaba los FANI por parte de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
De hecho, el nuevo informe de la AARO tiene unas 50 páginas, frente a las 17 habituales. También parece ser una respuesta indirecta a las preguntas planteadas por las declaraciones de los denunciantes sobre hipotéticos programas de recuperación de artefactos o restos biológicos, y la posibilidad de un origen «extraterrestre» para estos objetos o fenómenos observados.
La respuesta proporcionada es obviamente negativa, trivializando el tema, aunque el asunto del PAU parece estar cubierto por cláusulas de secreto del tipo Proyectos de Acceso Especial, lo que podría parecer paradójico. Además, se recuerdan los programas históricos de investigación espacial (Gemini, Apollo, etc.) y los programas negros de vehículos de reconocimiento (U2, SR71...) sin aportar ninguna información nueva.
Lo mismo ocurre con los proyectos de investigación del UAP de 1947 a 1969, como Sign, Grudge y Blue Book. El informe no revela ningún detalle sobre casos de FANI de características sorprendentes, vinculados por ejemplo a observaciones electromagnéticas, como el del bombardero RB47 (grabación en 1957 de emisiones EM procedentes de un OVNI), o el caso de la base Malmstrom1 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, mencionado en el expediente Blue Book de los archivos nacionales abiertos al público (NARA). Sin embargo, este caso guarda un gran parecido con el del RB47. Ambos se describen en el informe SIGMA2 de 2021, con referencias completas a los archivos estadounidenses.
Los casos de la frontera norteamericana (Northern Tier) aún no se han analizado, aunque se refieren a algunas de las bases estratégicas norteamericanas (Malmstrom, Minot, etc.), que se han enfrentado a observaciones UAP registradas por radar, en presencia de emisiones EM e incluso de interferencias.
Lo mismo ocurre con el carrusel de Washington, presenciado no sólo por los habitantes de Washington en 1952, sino también por los pilotos de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y los controladores de radar (observaciones visuales, persecución por cazas, observaciones por radar).
Por último, hay que mencionar el caso de Lakenheath, con observaciones similares realizadas esta vez por controladores y pilotos de dos bases aéreas angloamericanas de la OTAN en Gran Bretaña (Lakenheath y Bentwaters) durante una noche de agosto, en 1956. Este famoso caso no sólo se menciona como caso grave de referencia en el Informe Condon de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, sino también en los archivos de la CIA, cuando el Informe del Libro Azul era reacio a confirmar la extrañeza de los ovnis. Todavía se considera uno de los casos más asombrosos e inexplicables, más de 70 años después.
Es una lástima que ninguno de estos casos se menciona en este documento de 50 páginas de la AARO, no necesariamente para afirmar la existencia o la prueba de una presencia extraterrestre, sino al menos para confirmar la existencia de estos fenómenos y describir el carácter anómalo de algunos de ellos. El objetivo es continuar el loable esfuerzo del informe 2023 del ODNI y la NASA, y comparar estos casos pasados con otros más recientes registrados con las tecnologías actuales. De este modo se consolidarán los elementos registrados a lo largo de décadas, y se proporcionarán enlaces con avistamientos recientes realizados por pilotos de la US Navy. ¿Dónde están los casos? ¿Qué similitudes? ¿Qué diferencias?
De hecho, de los cerca de 900 casos registrados por el Pentágono entre 1998 y 2023, 140 no tenían explicación. El ODNI había elaborado una lista de características observables, que recordamos en nuestro artículo anterior (emisiones electromagnéticas, luminosidad, firmas ópticas y de radar, maniobrabilidad inusual con notables aceleraciones desde velocidad cero hasta varios miles de km/h). Además, incluso se había presentado un resumen en forma de «boceto compuesto» en la conferencia AARO de la NASA en mayo de 2023, y posteriormente se incluyó en el informe de la NASA publicado en octubre de 2023.
Habría sido interesante continuar por este camino. Para nosotros, la comparación de datos objetivos del pasado y de grabaciones recientes nos parece un tema lamentablemente olvidado pero muy interesante, ya que los fenómenos pueden haber evolucionado (formas diferentes) o poseer características idénticas. Por esta razón, no haremos más comentarios.
A lo sumo, lamentamos la ausencia de algunas líneas explicativas sobre el caso «Nimitz», tan confidencial como siempre, sin una sola línea del ODNI.
¿Estamos asistiendo a una especie de inversión de tendencia, en la que los casos más sorprendentes ya no estarían sin identificar, sino sujetos a esperar algún tiempo hasta que nuevas medidas revelen finalmente su origen?
¿Qué ocurre con los vuelos sobre zonas sensibles? ¿Y el comportamiento cinemático? ¿Qué pasa con los riesgos de seguridad asociados al sobrevuelo de zonas sensibles y el riesgo de colisión planteado por la US Navy? ¿Han desaparecido? ¿Qué hacen los rusos? ¿Qué hacen los chinos?
No nos corresponde criticar. A falta de datos, concentrémonos en nuestro trabajo y en el intercambio de observaciones radar, ópticas y electromagnéticas. Estamos perfeccionando nuestros métodos, lo que dará sus frutos más adelante. No obstante, la comparación de los casos más antiguos con los más recientes sigue siendo posible, y proseguimos nuestros esfuerzos.
Además, un científico del gobierno canadiense anunció que en otoño de 2024 se publicará un informe sobre los FANI. Del mismo modo, Japón está preocupado por el tema e invita a EE.UU. a seguir cooperando. Sin duda, hay temas para investigar en otros lugares.
A continuación se resumen brevemente algunas de las áreas de trabajo de SIGMA2 presentadas por nuestros expertos en conferencias. El trabajo es meticuloso y los avances son lentos pero interesantes, con observaciones inesperadas en ocasiones.
Volviendo al continente europeo, observamos que el diputado portugués Francisco Guerreiro intervino durante una presentación el 20 de marzo de 2024 en el Parlamento Europeo para sensibilizar sobre el tema de los PAU, centrándose especialmente en el intercambio de información y la prevención de riesgos aeronáuticos.
Le acompañaban una docena de personas, entre ellas el Dr. Villarroel (astrónomo sueco cuyo trabajo se presenta en este artículo), pilotos que han sido testigos de encuentros con ovnis (Ryan Graves, ex piloto de la Marina estadounidense, y Christian Van Heijst, piloto civil de largo recorrido) y representantes de asociaciones ufológicas (la coalición OVNI holandesa, la CISU italiana, la UAP check francesa, etc.). El diputado Guerreiro centró su intervención y la de sus acompañantes en defender la causa de los FANI en Europa, eliminar el estigma para testigos y pilotos y promover la transparencia en la recogida e intercambio de datos en la red aeronáutica y sus instituciones. A este respecto, se habló de mejorar los procedimientos de notificación para la aviación civil y los pilotos en caso de riesgo de colisión, ampliando estos procedimientos a los encuentros con los FANI. Además, se habló de incorporar los FANI al ámbito espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se citó el ejemplo del GEIPAN como referencia para recopilar datos sobre los FANI y crear bases de datos e información pública.
Sin embargo, la inminencia de las elecciones europeas retrasa sin duda cualquier debate sobre el tema hasta el otoño de 2024, cuando la situación internacional puede ser motivo de preocupación.
Junto con SCU, SUAPS y otros grupos de ufología científica, también estamos preparando un seminario web sobre observables UAP en mayo de 2024.
ESTUDIO DEL CASO DEL RADAR: ANÁLISIS DEL CASO DE JERSEY
El 23 de abril de 2007, a las 14:09 horas, el piloto Ray Bowyer estaba a punto de iniciar el descenso a Alderney a bordo de su Trislander cuando observó una luz brillante, en línea recta y cerca de la línea del horizonte sobre las Islas del Canal. Así comenzó una extraordinaria caza de ovnis, llena de oportunidades en términos de recopilación de datos: el tipo de caso que anima a seguir estudiando, compartiendo información y aportando nuevos testimonios.
El avistamiento tuvo lugar a plena luz del día; duró unos doce minutos; el ovni tuvo el buen gusto de permanecer en la misma posición mientras el avión viajaba hacia el sur a 130 nudos, lo que permitió a los pasajeros del Trislander compartir la observación de su capitán. Ray Bowyer se puso en contacto con el controlador aéreo de Jersey, Paul Kelly, que intercambió constantemente con él información sobre la detección por radar, cruzándola con las observaciones visuales (figura 1). Es más, Paul Kelly solicitó a otros pilotos en el aire que se unieran a la caza.

Por lo tanto, las circunstancias eran favorables para intentar localizar e incluso identificar2 el fenómeno, si tal cosa fuera posible, dado que no mostraba ningún comportamiento extravagante ni actuación extraordinaria. Pero hay que decir que las investigaciones y estudios realizados hasta la fecha no han logrado dar con una resolución, ni siquiera plantear una hipótesis digna de interés que entre dentro de lo posible.
15 años después del suceso, SIGMA2 ha retomado el caso. ¿Qué tenemos hoy?
testimonios orales de los implicados (piloto, controlador, pasajeros) - grabaciones, detecciones radar devueltas por el sistema ELVIRA 3;
ninguna grabación de vídeo o fotográfica;
ni datos digitales ni mediciones precisas, aparte de las grabaciones de radar.
La línea de investigación del equipo SIGMA2 consiste en intentar establecer un vínculo entre las detecciones radar registradas y los elementos geométricos reconstruidos a partir de los testimonios de la percepción visual del PAU, con el fin de elaborar hipótesis.

Basándonos en el relato del suceso y en los relatos de los testigos presenciales, pudimos identificar (Figura 2) 5 grupos de tramas primarias 4 cuyas posiciones y cinemática son coherentes con los datos recogidos, pero cuyas características UAP merecen un análisis más detenido; de hecho, para algunos de estos grupos, ni siquiera es posible determinar si se trata de embarcaciones o aeronaves, debido a los bajos valores de velocidad de desplazamiento medidos, por una parte, y a la imposibilidad de determinar la altitud de los grupos primarios, por otra (ya que los radares primarios están en 2D, sin medición de altitud).

Además, se observaron grandes discontinuidades en la detección de los puntos que mostraban la trayectoria de los objetos, la mayoría de las veces irregulares, pero también regularmente espaciados como «saltos de rana» (Figura 3)5: el estudio de las características de funcionamiento de los radares implicados en el contexto meteorológico y del estado del mar del 24 de abril de 2007 debería permitir identificar el origen de las perturbaciones y precisar la naturaleza y las características de los objetos detectados.
Se ha previsto un enfoque complementario que tiene por objeto recrear virtualmente (Figura 4) situaciones de observación visual del UAP, con el fin de aclarar y explicar el contenido de los testimonios, y dar contenido al enfoque de estudio basado en la imagen percibida por el testigo: utilizando una vista que puede adaptarse en términos de luminosidad, opacidad de la capa de niebla y tamaño del UAP, el testigo puede recrear o aclarar su percepción y compartirla mejor. También se está estudiando una reconstrucción dinámica en un simulador A320.
ESTUDIO DE LOS EFECTOS ELECTROMAGNÉTICOS (EME) DEL UAP SOBRE LA ELECTRÓNICA
EL CASO DEL F4S DE TEHERÁN (1976)
La caracterización física de los UAP ha sido siempre una preocupación, y su fugacidad no facilita las mediciones. Una respuesta a este problema es la creación de redes de observación. Aquí proponemos otro enfoque.
En numerosas ocasiones, vehículos equipados con dispositivos electrónicos (en particular aviones) han sufrido averías durante encuentros cercanos con FANI. Estas situaciones, a menudo descritas con precisión por los pilotos 6 (sobre todo en términos de distancias), proporcionan información valiosa, ya que estas aeronaves se comportan como sensores calibrados.
Las normas definen los niveles de vulnerabilidad (mal funcionamiento o destrucción) de los equipos civiles; las especificaciones clasificadas los completan cuando se trata de equipos militares. Cabe señalar que estas normas y especificaciones tienen en cuenta todas las amenazas potenciales atribuibles a los ataques de equipos fabricados por el hombre en un momento dado; por lo tanto, conducen a una cierta homogeneidad en todas las naciones de alta tecnología.
Resulta entonces tentador determinar, en función del lugar y del momento, si una fuente artificial a bordo pudo ser la causa de la radiación encontrada en el objetivo (nuestro avión sensor).
Empezamos a aplicar el método en un caso muy bien documentado, el famoso caso de Teherán.
En efecto, el 19 de septiembre de 1976, un OVNI apareció sobre la base aérea de Mehrabad, en Irán. Un primer caza F-4 despegó para echar un vistazo. Sufrió un fallo de radio a 25 NM (45 km) del objeto y regresó a la base. Un segundo caza despegó con la misma misión, pero sufrió el mismo fallo. A su regreso, el piloto se sintió amenazado y quiso disparar un misil AIM-9 Sidewinder, pero su sistema de armas falló. Algunos plantean la hipótesis de un ataque electromagnético por parte del OVNI.
Desde el punto de vista de la compatibilidad electromagnética, los dos problemas de acoplamiento -la radio y el sistema de armas- son de naturaleza muy diferente. Empecemos por el más sencillo: la radio.
Fallo de la radio
La susceptibilidad de la radio no está definida por las normas, sino por las características de los componentes electrónicos (captamos todo lo que podemos en la banda para mejorar el alcance). Obsérvese que la banda es fácil de determinar desde el exterior.
Se trata pues de definir las características de la fuente de emisión capaz de saturar la cadena de recepción radioeléctrica a una distancia dada. El cálculo es un poco tedioso. Utilizaremos el indicador habitual utilizado por los profesionales, que resume las características de la fuente de emisión que conducen al acoplamiento máximo en la cadena de recepción: pf² (el producto de la potencia de pico de la fuente por el cuadrado de la frecuencia). Para saturar una radio a 45 km, se necesita una pf² de alrededor de 0,1 W.Hz².
La tabla (Figura 5) resume el rendimiento mundial de los tubos de microondas a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, no podemos sacar conclusiones definitivas, salvo decir que, en aquella época, las fuentes con un pf² superior a 0,1 eran instrumentos de laboratorio muy pesados, muy voluminosos, muy ávidos de potencia y con fama de «no aeronavegables» (en aquella época, en Europa, aún no se hablaba de armas electromagnéticas). Sin embargo, no podemos descartar por completo la hipótesis de un experimento secreto realizado sobre Irán, en un jumbo, por una nación de alta tecnología.
El fallo de la electrónica de control del lanzamiento del misil
En cuanto al mal funcionamiento del sistema de armas, la cuestión es mucho más delicada. Sabemos que los niveles de agresión deben ser muy superiores a los anteriores (es decir, tecnologías a bordo mucho más potentes que la identificada anteriormente, cuyo nivel de potencia ya se consideraba inaceptable para los aviones). De hecho, tenemos una idea bastante precisa de los niveles de endurecimiento que se especificaron en su momento. Sin embargo, no conocemos la distancia exacta a la que se produjo la interacción, pero parece que el objeto mantuvo entonces una distancia de seguridad de 25 NM (45 km) con respecto al F-4, que recuperó sus capacidades electrónicas.
Por otra parte, ahora sabemos que un ataque contra un sistema de armas de este tipo no puede realizarse a priori en una frecuencia aleatoria; requiere un conocimiento preciso de las frecuencias de vulnerabilidad del objetivo. Adquirirlas in situ, en tiempo real, requiere un nivel de guerra electrónica muy superior al que practicaban en 1976 las grandes naciones tecnológicas, incluso Estados Unidos.
En resumen, incluso si descartamos las hipótesis de la época, que incluían la incompetencia de las tripulaciones, el panorama general no permite sacar conclusiones definitivas, pero sigue siendo muy inquietante.
Seguiremos utilizando el método y buscaremos otros casos que puedan dar lugar a conclusiones más claras.
ANÁLISIS DE MUESTRAS
La comprensión del fenómeno OVNI (en sentido amplio) requiere sin duda el análisis de muestras tomadas tras un suceso OVNI. Estas muestras se dividen en dos grandes categorías, la primera es la de las muestras que emanan directamente del fenómeno (como las muestras metálicas - G. Nolan et al, 2022). Hemos llevado a cabo investigaciones utilizando muestras proporcionadas por el Dr. Jacques Vallée (Figura 6).

También se han analizado otros tipos de muestras, como materia viva que ha interactuado con un evento UAP. En este segundo caso, lo más frecuente es que se trate de vegetación, pero las muestras de suelo también pueden haber «registrado» un evento con huellas mecánicas, como en el caso de Valensole (1965), y Trans-en-Provence, en 1981 (Figura 7).

En algunos casos, la propia vegetación o los tejidos humanos pueden haber sufrido alteraciones químicas temporales o permanentes que parecen ser consecuencia de radiaciones energéticas (IR, microondas, gamma, X, etc.). Este fue el caso de Trans-en-Provence (1981), Valensole (1965) y Landévennec en Bretaña (1975). Se han realizado trabajos analíticos sobre muestras de vegetación tomadas en Trans-en-Provence, que muestran la alteración de la clorofila.
En el marco de la Comisión Sigma2, se están realizando estudios para caracterizar los efectos electromagnéticos a partir de muestras recuperadas y la radiación o radiaciones responsables de este deterioro. En última instancia, la radiación o radiaciones podrían ser de la misma naturaleza que las responsables de las averías electrónicas en aviones o vehículos. Es necesario seguir trabajando para conocer mejor los mecanismos de interacción implicados.
OBSERVACIÓN - LA RED FRIPON
La red Fripon del IMCCE se basa en una red de cámaras visibles de ojo de pez, repartidas por toda Francia, para detectar y seguir meteoritos, complementando la tractografía óptica con mediciones Doppler mediante receptores pasivos de radiofrecuencia.
Actualmente se está llevando a cabo un estudio para mejorar el tratamiento de las imágenes de las cámaras mediante técnicas de inteligencia artificial, un campo en el que ONERA podría ayudar. Los datos brutos también podrían ser de utilidad.
Además de la red Fripon, podría crearse un bucle de observación complementario, aprovechando las alertas de detección de la red Fripon para orientar sensores como cámaras y espectrorradiómetros hacia un estudio más detallado de fenómenos poco conocidos, como ciertos tipos de rayos en bola, fenómenos de tormentas eléctricas transitorias (TLE), Farfadet e incluso UAP (Figura 8).
La red Farfadet podría complementar este bucle de observación.
OBSERVACIÓN: LA RED FARFADET
Observación de fenómenos de tormentas luminosas en la alta atmósfera.
Única en su campo, la red de estaciones FARFADET constituye el núcleo del programa de investigación homónimo iniciado, explotado y dirigido por el Laboratorio de Investigación sobre el Rayo desde 2019 para estudiar los fenómenos de tormentas luminosas en la alta atmósfera.
La red FARFADET consiste en la instalación de sistemas automatizados de observación óptica (cámaras) de «sprites». En definitiva, se conocen como TLEs (Transient Luminous Events). Estos extraños fenómenos luminosos que se producen en la alta atmósfera durante las tormentas eléctricas intrigan a los investigadores. «Duendes», “sprites”, “elfos” y “chorros azules” (Figura 9) son sólo algunos de los fenómenos evanescentes que iluminan la atmósfera entre las cimas de los cumulonimbos (nubes de tormenta) y la alta atmósfera, hasta una altitud de unos 200 km, en el borde del espacio. Hasta la fecha, se han captado cientos de duendes, y los datos obtenidos han contribuido a mejorar considerablemente la tipología de estos fenómenos. La red FARFADET también registra todos los demás fenómenos atmosféricos en el rango visible (bólidos, nubes, aviones, pasos de la ISS, actividad luminosa, etc.).
Seis estaciones FARFADET (Figura 10) están actualmente en servicio en Francia (en Alpes de Haute-Provence, Alpes-Maritimes, Hautes-Alpes, Aisne, Ardèche y Cantal), proporcionando datos científicos inestimables sobre estos fenómenos en gran parte desconocidos. En 2024 se pondrán en servicio tres nuevas estaciones (dos de ellas en el extranjero), que ampliarán aún más las posibilidades de investigación y observación de los duendes.
OBSERVACIÓN: EL PROYECTO VASCO
La Dra. Beatriz Villarroel presentó los proyectos en los que ha estado trabajando durante el Webinar 1 sobre observables de la UAP organizado por 3AF y emitido el 14 de junio de 2023. Uno de ellos se centra en la desaparición y aparición de fuentes de luz celestes durante un siglo de observaciones (VASCO), en el que astrónomos, expertos en aprendizaje automático y científicos ciudadanos buscan objetos que desaparecen con la esperanza de descubrir nuevos fenómenos físicos o tecno firmas.
Para ayudarles, los científicos están utilizando imágenes anteriores a Sputnik procedentes de los telescopios del Monte Palomar que fueron expuestas entre 1949 y 1956 y digitalizadas más recientemente, así como imágenes modernas del cielo procedentes del observatorio Pan STARRS (posteriores a 2015). El vasto esfuerzo se lleva a cabo tanto con métodos automatizados como con esfuerzos de ciencia ciudadana. Estos últimos se llevan a cabo en colaboración con científicos, estudiantes y asociaciones de aficionados a la astronomía de África, en particular de Argelia y Nigeria.
El proyecto de ciencia ciudadana ya ha recopilado todos los resultados de su primera fase, y actualmente se está redactando el documento.
El proyecto ha permitido descubrir algunos transitorios de corta duración interesantes (Villarroel et al. 2020, Astronomical Journal), y en algunos casos se pueden ver varios transitorios que aparecen y desaparecen en una pequeña parte del cielo en un corto espacio de tiempo. Se han mostrado varios ejemplos.
En un caso, nueve estrellas de una magnitud ~18 a 19 visibles en una imagen del 12 de abril de 1950 tomada en el monte Palomar (véase Villarroel et al. 2021, Scientific Reports), desaparecieron una hora después. Lo mismo ocurrió con varios objetos alineados (Villarroel, Solano, Guergouri et al. 2022, arXiv), así como con tres estrellas muy brillantes (Figura 11) de una magnitud de ~15 a 16 de una imagen del 19 de abril de 1952 (Solano et al. 2023, MNRAS). Se han propuesto varias hipótesis para apoyar estos resultados, incluyendo la contaminación de las placas por partículas radiactivas procedentes de pruebas de bombas atómicas no registradas, efectos de lente gravitacional y la posibilidad de ver realmente objetos artificiales fuera de la atmósfera terrestre en la era pre-Sputnik.

El ejemplo del triple transitorio de las tres estrellas es curioso, por su asombrosa coincidencia y sincronía con un famoso acontecimiento ovni (Washington UFO Flap 1952), es decir, el carrusel de Washington, un auténtico ballet aéreo de ovnis vistos visualmente y por radar, perseguidos en vano por aviones de combate abrumados por estas escurridizas naves. Resultó que el mejor candidato del artículo («Candidato 5») con transitorios alineados (Villarroel, Solano, Guergouri et al. 2022, arXiv) también se produjo durante la crisis de Washington, esta vez el 27 de julio de 1952 (el artículo indica erróneamente «28 de julio»). Varios miembros del equipo VASCO han unido ahora sus fuerzas para lanzar un nuevo proyecto, ExoProbe, cuyo objetivo es buscar esos extraños transitorios con equipos modernos cuidadosamente seleccionados en el cielo moderno, con la esperanza de verificar el fenómeno.
La Dra. B. Villarroel fue invitada a presentar su trabajo en la audiencia de la UAP en el Parlamento Europeo el 20 de marzo.
1 En 1959, se observó un OVNI desde un caza F89 que seguía a un B52, el cual realizó grabaciones de las emisiones electromagnéticas del OVNI en frecuencias similares a las registradas por el RB47 dos años antes.
2 Primero localizar, luego identificar: en el contexto que nos interesa, esto significa poder establecer una relación de identidad objetiva entre el fenómeno observado y un fenómeno conocido (¡identificar un ovni no tiene sentido!).
3 ELVIRA: sistema de tratamiento, transmisión y fusión de datos radar en servicio en el momento del incidente en las Islas del Canal para el control del tráfico aéreo; los datos transmitidos y registrados no son datos brutos: han sido extraídos de las señales de retorno recibidas por los radares mediante un proceso de tratamiento analógico e informático destinado a eliminar lo que no es directamente útil para el trabajo de los controladores aéreos.
4 Trazado primario: representación gráfica, en la pantalla del controlador aéreo, de una detección radar bruta de un objeto, conservada al final del proceso de filtrado (véase más arriba). Por el contrario, un trazado secundario es un trazado de aeronave que mejora la señal de radar de retorno con información de identificación, posición y parámetros de vuelo transmitida a través de un transpondedor. En el caso de Jersey, las parcelas primarias proceden de 2 radares, uno situado en el aeródromo de Guernsey-Alderney y el otro en la isla de Jersey (Les Platons).
5 La traza P1 (traza de saltos de rana) es representativa del fenómeno de periodicidad en presencia de saltos de la figura 3. Las trazas del radar de Guernsey se concentran en paquetes de 5 a 18 trazas a lo largo de periodos del orden de un minuto; el intervalo medio entre paquetes es de 2 minutos. Los paquetes de parcelas del radar de Platons (Jersey) son menos densos (de 4 a 8 parcelas por paquete) durante periodos de ausencia de 2 a 3 minutos, pero el fenómeno cesa a las 14:14, momento a partir del cual se observa la detección en cada giro de antena.
6 A Preliminary Study of Sixty Four Pilot Sighting Reports Involving Alleged Electro-Magnetic Effects on Aircraft Systems.